jueves, 13 de junio de 2013

El significado de los colores en las cartas del Tarot.

Hoy os voy a hablar un poquito sobre los colores de las cartas del tarot. No debemos olvidar que en el Tarot, cada carta viene a ser un compendio de conocimientos, y precisamente la simbología de esa carta es la que permite una mayor conexión con nuestra videncia interior. La disposición de las figuras, los colores, los pequeños detalles, algunos apenas perceptibles, han sido diseñados para transmitir un conocimiento arquetípico que proviene de muy antiguo y que reside en nuestro subconsciente más profundo. Así pues, hablemos del significado de los colores en las cartas del Tarot: El BLANCO , como es obvio, representa la pureza, pero también la belleza efímera (nada blanco permanece blanco mucho tiempo). Es el color de la luz y por ello simboliza la perfección, la revelación, la sabiduria, el color de Dios. También evoca el futuro. El ROJO, el color de la sangre y el fuego, es también el color de la energía y el corazón. El rojo evoca la acción, las emociones, lo que pertenece a la esfera interna, particular. Representa la vitalidad y la evolución, pero también el peligro. En realidad, dentro del AMARILLO englobamos una gama de colores que incluye el anaranjado, el dorado y el amarillo claro. El dorado evoca claramente el trabajo y la esencia de la eternidad y divinidad, y toda la gama de amarillo en general se relaciona con la inteligencia, la madurez, la realización. El VERDE es el color de la naturaleza, de la vitalidad. El Tarot no utiliza cualquier verde, sino un verde intenso, profundo y vibrante. Representa el crecimiento, la fertilidad, y también la esperanza. No en vano, el verde es también el color del chakra del corazón. El AZUL es el color de la espiritualidad. Relaja y favorece el pensamiento místico, tal vez por ello, el azul es el color de la verdad y la inmortalidad. Indica receptividad. El ÍNDIGO forma parte del azul, y comparte sus características, pero tiene entidad propia. Es un azul intenso, profundo, que invita a la introspección, por ello, está relacionado con el chakra del tercer ojo. Es el color del océano, por ello es más terrenal que el azul claro. El VIOLETA es el color de la madurez. Mezcla de rojo y azul, simboliza el conocimiento fruto de la experiencia. Protege contra las fuerzas oscuras. Aparece poco en el Tarot porque simboliza algo extremadamente difícil: el crecimiento personal, el dominio del yo, de la propia naturaleza. El NEGRO presenta una dualidad: por una parte, el vacío, la ausencia de luz y color, el temor a lo desconocido, mientras que por otro, representa la fertilidad, la promesa de lo que ha de venir si se tiene el valor de iniciarse, la transformación. Puede simbolizar el pasado. El color CARNE del Tarot también tiene su simbolismo, por ello no se utiliza únicamente en los brazos y las caras de las figuras, sino también en algunos muebles y animales. Evoca, sobre todo, lo humano, con sus virtudes y defectos, y lo mundano, pero también el presente. Cuando miremos una carta del Tarot , detengámonos a observar sus colores vibrantes, perdamos unos segundos en percibir qué sensaciones nos evocan, dejemos aflorar nuestro subconsciente. Ignoremos el aspecto aparentemente rudimentario de sus dibujos y miremos con los ojos del alma. Las cartas del Tarot están deseando hablarnos. Sólo debemos aprender a utilizar nuestra videncia innata para saber escucharlas. Así las entenderemos mejor. Las cartas del Tarot se pueden usar para meditar y desarrollar la videncia natural, las cartas siempre se deben leer desde el corazón
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